La nueva historia cultural, Roger Chartier.
El presente del pasado escritura de la historia, historia de lo escrito
Reporte de lectura
Carlos Salas Contreras
Resumen de la nueva historia cultural que plantea Roger Chartier, en el presente del pasado escritura de la historia, historia de lo escrito, éste concepto de la nueva historia cultural empezó a ser conocida por los historiadores en 1989, cuando Lynn Hunt publicó una obra que contaba con ocho ensayos y en ella presentaba diferentes maneras y ejemplos de esta nueva manera de hacer la historia, y en esta obra contaba con tres características principales y cuyos objetos, textos, imágenes, rituales, etc., eran muy diversos. (Roger Chartier, 1995, p.13). Esta historia cultural al final de los años 80s, emergía como una reacción hacia la llamada historia de las mentalidades, y que se caracterizaba, por que hacia énfasis tanto en las fuentes masivas como en el concepto colectivo de mentalidad. Esta historia cultural se presentaba como una historia en busca de generalidades.
Una de las características generales de la historia cultural, planteada por el autor en este capitulo, se basa más que nada en que esta subdisciplina, centra su atención en las representaciones simbólicas, el lenguaje y las prácticas sociales, frecuentemente utilizada por la antropología y la literatura.
En primer lugar propone una manera inédita de comprender las relaciones entre las formas simbólicas y el mundo social, al centrar la atención en los diferentes lenguajes y representaciones y las prácticas que se daban en la nueva historia cultural, y al enfoque clásico se opone a la construcción móvil, inestable y conflictiva de las mismas a partir de las prácticas sin discurso, de las luchas de representación de los efectos preformativos de los discursos.
Y en segundo lugar la nueva historia cultural encuentra modelos que los historiadores hasta ese momento habían hecho poco uso de ellas, como son por un lado la antropología y por el otro la critica literaria, y hace que los historiadores se acerquen menos de una manera documental, los textos o las imágenes, y a comprender los significados simbólicos, las conductas individuales o los ritos colectivos. Por último esta nueva historia, que utiliza más mediante estudios de caso que mediante teorización global, hizo que los historiadores reflexionaran sobre sus propias prácticas, y en las elecciones que rigen su manera de construir las narraciones y los análisis históricos.
Estas tres características era lo que esta autora decía de la nueva manera de ver la nueva historia cultural,a su vez afirmaba la convergencia entre las investigaciones generadas por los contextos notablemente diferentes, ya sea del lado americano, la utilización por parte de varios historiadores de conceptos tomados de los antropólogos Turner,Douglas,y Geertz,y por otro lado, de los franceses las criticas dirigidas desde el interior de la tradición de los Annales tanto a las definiciones clásicas de la noción de mentalidades como a certidumbres estadísticas de la historia serial en el tercer nivel el de la cultura.
La nueva historia cultural se definió como aquella que rompió con los postulados que hasta entonces habían gobernado la historia de las mentalidades, ya que la historia intelectual clásica se oponía la mentalidad, siempre colectiva y el contenido impersonal de los pensamientos comunes,y de vincularse la historia de las mentalidades con la historia cuantitativa, ya que su objeto es lo colectivo, lo automático, lo repetitivo,la historia de las mentalidades puede y debe hacerse de manera serial y estadística. (Roger Chartier, 1995, p.16)
Dos consecuencias que se desprendieron de la nueva manera de ver el campo de estudios por parte de la historia de las mentalidades, fue el privilegio que se les otorgo a las fuentes masivas, ampliamente representativas y disponibles durante un periodo largo, por ejemplo, los inventarios después de los fallecimientos, los testamentos, los catálogos de bibliotecas, etc.La segunda consecuencia fue la manera de articular, de acuerdo con el modelo braudeliano, las diferentes temporalidades, esto es, larga duración, coyuntura, acontecimiento, el tiempo largo de mentalidades que se resisten frecuentemente a los cambios que se presentan.La tercera característica de la historia de las mentalidades en su edad de oro, es la manera de pensar de forma ambigua en su relación con la sociedad. (Roger Chartier, 1995, p.17)
Philippe Aries es sin duda quien más se ha acercado a la identificación de la noción con un sentimiento común de la historia de las mentalidades, éste autor al postular la unidad fundamental del inconsciente colectivo, de los textos y las imágenes, no como representaciones de singularidades individuales, si no con el fin de descifrar la expresión inconsciente de una sensibilidad de manera colectiva o para reencontrar el fondo banal de representaciones comunes que se comparten de manera espontánea y universalmente.[1]
La historia de las mentalidades pudo colocarse a la vanguardia en el escenario de la historiografía y a su vez responder de una manera eficaz al desafío que hicieron las ciencias sociales, respecto a los métodos que utilizaron, sin embargo no faltaron las criticas a sus postulados e intereses. Uno de los primeros críticos fue Franco Venturi, que denuncio la desaparición de la fuerza creadora de las nuevas ideas esto es en beneficio de estructuras mentales faltas de dinamismo y originalidad.[2]
Años después otro autor amplio la crítica, ya que rechazo la noción de mentalidad por tres razones, su insistencia exclusiva en los elementos inertes, obscuros e inconscientes de las visiones del mundo, que condujo a disminuir la importancia de las ideas enunciadas racional y conscientemente, y particularmente la de los hombres y mujeres de los medios populares, otra razón fue por que indebidamente supuso que todos los medios sociales comparten las mismas categorías y representaciones, y la otra por su alianza con la aproximación cuantitativa y serial que, a la vez, cosifica los contenidos del pensamiento, y se apega a las formulaciones mas repetitivas e ignora las singularidades.[3]
La nueva historia cultural con sus diferentes herencias y tradiciones de acuerdo a Roger Chartier, ha privilegiado objetos, dominios y métodos distintos, las relaciones entre cultura popular y cultura sabia han movilizado a la nueva historia cultural, y las maneras de concebirlas pude reducirse por su parte a dos grandes modelos de descripción y de interpretación. El primero deseoso de abolir toda forma de etnocentrismo cultural, ya que considera que la cultura popular es un sistema simbólico coherente, que se ordena según una lógica ajena e irreductible a la de la cultura letrada.El segundo sin embargo se preocupa por recordar la existencia de las relaciones de dominación y de las desigualdades del mundo social, y que a su vez comprende la cultura popular a partir de sus dependencias y de sus carencias en relación con la cultura de los dominantes.
Otra de las críticas hacia la nueva historia cultural, se refiere a cualquiera que sean sus enfoques o sus objetos, a como articula las prácticas y los discursos, y que se le cuestionó por el giro lingüístico y se apoyó en dos ideas esenciales, que dicen que el lenguaje es un sistema de signos cuyas relaciones producen por ellas mismas significaciones múltiples e inestables, fuera de toda intención o de todo control subjetivos.El otro nos dice que la realidad no es una referencia objetiva, exterior al discurso, si no que siempre está construida en y por el lenguaje.
En fin la nueva historia cultural como todas las perspectivas tiene mucho que estudiarse, ya que los historiadores culturales tienen que abrirse a otras dimensiones y darle entrada a otras perspectivas metodologicas en sus diferentes objetos de investigación. Son diversas las diferentes referencias teóricas vistas a grandes rasgos en este capitulo y se ha resumido, lo que para considere mas importante.
[1] Philippe Aries,L Homme devant la mort,Paris,Editions du Seuil,1977,traducido al español,El hombre ante la muerte,Madrid,Akal,1999.
[2] Franco Venturi,Utopia e reforma nell i lluminismo,Turin,Einaudi editores,1970.
[3] Carlo Ginzburg,Il formaggio e i vermi.Il cosmo de un mugnaio del 500,Turin,Einaudi editores,1976,trad.al español.El queso y los gusanos,Barcelona,Muchnik,1981.
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